30 diciembre 2010

Dios puede llenar tu taza, pero, ¿de qué tamaño la hiciste?



(Romanos 14:2-3)
 Alberto, Luis y Guillermo fueron compañeros de la secundaria. Los tres anhelaban en sus corazones graduarse, formar una familia y servir a Dios. En las reuniones de jóvenes en la iglesia eran desafiados cada fin de semana a poner sus futuros en las manos del Señor y creer por la fe que sus sueños podrían cumplirse. Era cuestión de dejar que Dios hiciera su parte y ellos la suya. Diez años después, en un encuentro de ex alumnos, se abrazaron de nuevo, compartieron de sus realizaciones y las fotografías de sus familias.
Alberto fue el primero en contar que su fe en Jesucristo seguía inquebrantable, que al terminar la secundaria había ido a trabajar al taller de carpintería de su padre y que se había casado con Cristina. Ahora tenía cuatro chicos y le encantaba salir con amigos en bicicleta a repartir porciones de la biblia entre los campesinos de alrededor. La situación económica le era apretada, mas siempre veía la mano de Dios supliéndole. Por su lado, Luis relató que al graduarse estudio dos años para ser técnico en el mantenimiento de cosechadoras. Justamente trabajando en una agroindustria conoció a su actual esposa, quien era secretaria allí. Ambos ahorraron y se compraron un pequeño apartamento en el cual vivían con sus tres hijos. La familia servía a Dios en grupos de oración caseros, y aunque no eran adinerados, el Señor siempre proveía. Guillermo a su turno refirió que terminado el bachillerato decidió con Betty que no se casarían de inmediato, sino que esperarían hasta terminar la universidad. Él se hizo abogado y ella psicóloga. Se casaron, compraron su casa, tuvieron dos bebés y tenían un trabajo estable con el cual se podían sostener holgadamente a la vez que servían a Dios dando asesoría legal y psicológica a iglesias y consejeros. Guillermo también exaltó al mismo Dios de Alberto y Luis por ser su generoso proveedor. La celebración terminó alegre y con el intercambio de teléfonos y la promesa de volverse a ver. Luego Alberto pasó corriendo la calle en procura de no mojar su único pantalón de gala y se sentó a esperar el autobús. Luis se puso el casco e impermeable y se alejó en su motocicleta. Y Guillermo desactivó la alarma de su auto, se introdujo en él y rápidamente se perdió por la esquina. Así fue el reencuentro de tres amigos, tres ex compañeros, tres discípulos de la misma iglesia y tres historias diferentes de fe, pues aunque confiaron sus sueños al mismo Dios, lo hicieron en diferente medida. ¿Si pides a Dios que llene tu taza, de qué tamaño la vas a fabricar? Recuerda que las grandes toman más esfuerzo que las pequeñas, aunque Dios puede llenar unas y otras.
Tomado de:
“Devocionales en Pijama”
de Donizetti Barrios
Derechos reservados de autor.

28 diciembre 2010

No basta con hacer lo bueno.

(Hechos 16:6-10)
Es muy probable que en tu armario tengas varios trajes que te gustan y que pudieras ponerte. Sin embargo, cuando abres la puerta no te pones lo primero que aparece ante tus ojos, sino que escoges de acuerdo a tu gusto, la ocasión, el lugar y la combinación que deseas hacer con otras piezas. ¿Se trata de separar la ropa buena de la mala? No, se trata de seleccionar la correcta. Lo mismo sucede en un restaurante, todos los platos se ven buenos, no hay malos, pero, ¿cuál es el correcto para ti en ese momento? Predicar a Cristo es muy bueno, sin embargo la Biblia nos relata que el Espíritu Santo les prohibió a Pablo y a sus compañeros anunciar el evangelio en Asia y en Bitinia. ¿Qué raro verdad?
El texto no explica por qué, pero seguro que Dios tenía sus motivos. Tal vez porque no era el momento, o porque precisaba que Pablo, Silas y Timoteo se fueran a Macedonia, como efectivamente lo hicieron. Y es que no basta con decir que vamos a hacer algunas cosas simplemente porque son buenas. Eso suena bien, sin embargo, si deseas agradar a Dios con todo tu corazón debes afinar tu puntería, pues hay miles de asuntos buenos que podrías hacer para el Señor simplemente porque son buenos, mas su deseo es que entre esas miles de buenas posibilidades hagas la correcta, la que Él desea para ti en ese preciso momento, en ese preciso lugar, con esas precisas estrategias, con esas precisas herramientas y recursos y con la motivación adecuada. Claro, la pregunta que se sigue es: ¿Y cómo hago para conocer la voluntad de Dios con tantos detalles? La respuesta es: en comunión permanente con Él. Dios jamás entrega una misión y luego se va diciendo que se volverán a ver en el cuartel general cuando todo esté concluido. No, ni tampoco te da todos los detalles al inicio. Él más bien te va entregando pedazo a pedazo, cada día, las fichas del rompecabezas. Él te acompaña en el paso a paso. Te guía, te ubica, te cuida, te rodea de la gente indicada. Así es que no estés esperando la voz de un ángel diciéndote: “Termina con Juanita y cásate con Rosita. Estudia ingeniería mecánica. Toca el piano. Compra la casa”. No, Él te encaminará de diversas formas y confirmando siempre con su Palabra, no te dejará con dudas, pero eso sí, necesita que no pierdas el contacto, por lo cual tu equipo de comunicaciones, la oración, debe estar encendido, a toda hora.

27 diciembre 2010

No le temas al temor, úsalo para bien.

¿Sabías que el temor se puede aprovechar sabiamente? ¡Sácale el jugo! Mira la reflexión de hoy entrando awww.DevocionalesEnPijama.Com


Cuando el auto no se mueve, las ruedas están duras.


 La inacción
(Proverbios 13:4).
La única forma de poder ser guiado es poniéndote en movimiento, pues estando quieto es muy difícil decirte si vas bien o si debes retroceder o girar a la izquierda o la derecha. Además tu quietud pudiera interpretarse como pereza, falta de ganas, falta de interés, incapacidad o miedo. Aún las ruedas de un auto cuando están quietas se ponen muy duras, pero cuando el vehículo se mueve aunque sea un poco éstas se tornan suaves y manejables. Puede ser que la prudencia te indique ir despacio y con cautela, lo cual es aceptable, pero no te pedirá que estés inactivo o improductivo, eso sólo te lo exigirá el temor, el cual es el enemigo de la fe. Mientras que la fe cree, el temor duda. Mientras la fe te mueve hacia logros, el temor te paraliza  en ahogos. La fe hace, el temor deshace.
Hay muchas personas que dicen que están esperando a Dios, que el Señor les guíe, les hable, les diga qué hacer, cómo hacerlo, dónde hacerlo y cuándo hacerlo, y ello suena muy espiritual, muy bonito, pero la verdad es que es una simple excusa para no hacer nada, para quedarse cruzados de brazos y dejar que los días se pasen y la pobreza les llegue como hombre armado. En lugar de ellos estar esperando a Dios es Dios quien los está esperando a ellos, que se decidan a ponerse en movimiento, que demuestren que sí les sobran las ganas por salir adelante y mejorar sus condiciones actuales. Y como los inactivos son expertos en inventar disculpas nuevas cada día, podrán citar que Dios ha dicho en la Biblia: “estad quietos”. Y en otro lugar: “venid aparte y reposemos un poco”. Sí, claro que la Biblia lo dice, pero nunca para fomentar la pereza o improductividad, pues de otra manera se contradeciría con la decena de versículos que atacan la pereza y con el mandato explícito de que el que no trabaje que tampoco coma. Cuando Dios daba la orden de estar quietos se lo decía a quienes no podían estar quietos, no a perezosos, sino a personas diligentes a las cuales en alguna ocasión especial Dios quería mostrarles su gran poder en favor de ellos. Y cuando Jesús les dijo a sus discípulos que se aislaran y descansaran un poco era porque estaban cansados de trabajar, era una necesidad para poder seguir laborando. No dejes que la pereza, el temor, el desinterés, la incapacidad y el sentirte desubicado te paralicen, Dios te va a guiar cuando empieces a moverte, en fe.
Tomado de:
“Devocionales en Pijama”
de Donizetti Barrios
Derechos reservados de autor
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Devocionales en Pijamas


¿En verdad Jesús nació el 25 de diciembre? ¿Qués es la navidad? Mira la reflexión de hoy entrando a
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25 diciembre 2010

WELCOME MY FRIENDS

I Welcome and Hope you like!






LES DOY LA BIENVENIDA Y ESPERO QUE LES GUSTEN!

Welcome to my blog friends

About me, well I am a Christian I believe in Jesus Christ, then I invite you all to share the word of God.

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Sobre mi, soy cristiana creo en Cristo Jesus, pues invito a todos ustedes a compartir la palabra de Dios.



Pues ahora festejemos su nacimiento en cada uno de nuestro corazones.

Welcome to my blogger


Hello to all my friends, my name is Nadia, for here I leave my blog here to share with the things of Jesus because I am a Christian and a student of computation and I also like fashion, yet this also I have a taste for art I love acting. Kisses to all friends of Nadia Llarrull

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Hola a todos mis amigos mi nombre es Nadia, pues aquí les dejo mi blog aquí para compartir con las cosas de Jesús pues soy cristiana, y soy estudiante de computación y también me gusta la moda, con todo esto también tengo un gusto por el arte, me encanta actuar. Besos a todos amigos de Nadia Llarrull





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