15 mayo 2011

MANCHAS BLANCAS EN LAS UÑAS, ¿POR QUÉ?

Mucha gente suele sentirse apenada o preocupada por la aparición, a veces inexplicable, de estas imperfecciones, mismas que impiden lucir las manos con naturalidad porque dan aspecto de descuido. Le invitamos a conocer las causas y cómo prevenirlas.

Las uñas son laminillas de gran valor para los dedos, ya que ofrecen soporte y protección ante golpes, además de que resguardan importante cantidad de terminales nerviosas que permiten detectar situaciones de riesgo para las manos, como altas o bajas de temperatura y presión ejercida por un objeto o al realizar un esfuerzo.

Toda persona preocupada por su imagen suele esmerarse en mantenerlas fuertes y limpias, ya que también son fiel reflejo de la atención que damos a nuestra higiene, por lo que no es exagerado considerarlas discreta, pero efectiva tarjeta de presentación personal. Sin embargo, y a pesar de los cuidados, hay quienes padecen la inexplicable aparición de manchas blancas en sus uñas, hecho que es causa de angustia no sólo porque alteran su aspecto, sino porque se piensa que puede ser indicio de una enfermedad severa.

No se preocupe de más; este problema es generalmente transitorio y aunque sí es indicio de deficiencias, éstas suelen ser moderadas y de fácil solución, como a continuación veremos.

Pequeñas rupturas
Muchas historias falsas suelen difundirse sobre la aparición espontánea de manchas blancas en las uñas, y como este problema se presenta con mayor frecuencia en la infancia se llega a decir que el número de marcas equivale a las mentiras o pecados que el niño comete y que oculta a sus padres y maestros. Así, un simple vistazo a las manos será suficiente para hacer tajante sentencia sobre la personalidad de algún pequeño que seguramente sería inocente de lo que se le acusa.

La explicación científica es muy distinta. El término médico que define esta condición es leuconiquia y hoy se sabe que surge como consecuencia de rupturas diminutas que se generan en la base de la uña (matriz), mismas que favorecen la formación de pequeñas bolsas de aire. Las manchas, pues, aparecen cuando nos golpeamos la punta de los dedos, muchas veces sin percatarnos de ello.

Asimismo, hay condiciones que hacen que las uñas se vuelvan más frágiles y, por tanto, más susceptibles a sufrir este problema, tales como:

·Contacto frecuente con agua, sobre todo caliente.

·Sumergir las manos durante largo tiempo en sustancias agresivas empleadas en la limpieza del hogar.

·Hacer "palanca" con las uñas (al abrir recipientes, por ejemplo), utilizarlas como "desarmador" (al ajustar tornillos pequeños, como en los anteojos) o al emplearlas para quitar etiquetas adheribles.

·Usar accesorios maltratados o con escaso filo que requieren considerable esfuerzo para cortar las uñas.

·Las manchas blancas que surgen debido a golpes no requieren la asistencia del dermatólogo puesto que, a medida que la uña crezca, se irán desplazando hacia el extremo hasta desaparecer.

¿Mala alimentación?
Muchos especialistas sostienen que este problema también puede reflejar una dieta deficiente, ya que se observa con frecuencia en personas con desórdenes como bulimia (episodios repetidos de excesivo consumo de alimentos seguidos de vómito o uso de laxantes), anorexia (pérdida de peso por dejar de comer y someterse a intensas rutinas de ejercicio) o anemia (mala transportación de oxígeno en la sangre por falta de hierro y ácido fólico).

Hay algo de verdad en todo esto, ya que la falta de nutrientes, en particular aquellos que participan en la formación, crecimiento y desarrollo de las uñas, vuelven más frágiles a estas laminillas y, por tanto, las hacen susceptibles a tener manchas blancas. Reforzar la alimentación contribuirá a disminuir la leuconiquia, ante todo cuando se incluyen los siguientes elementos:

·Zinc. Se encuentra en mariscos, pescados, hígado y carnes en general, así como en lácteos, huevo, frutos secos, pepitas de calabaza, legumbres y cereales integrales.

·Hierro. Aparece principalmente en alimentos de origen animal como hígado, carne y pescado. Entre las fuentes de origen vegetal encontramos plantas de hojas verdes (espinaca, acelga, perejil), uvas y ciruelas pasa, betabel, pistaches, almendras, nueces e higos.

·Calcio. Es común en leche y sus derivados, sobre todo yogurt y queso, además de sardinas, hortalizas de hoja verde, perejil, durazno, amaranto y ajonjolí.

·Vitamina B6. Abunda en cereales integrales, nueces, frutos secos (almendras, cacahuates, avellanas) y vísceras (hígado y riñones); en menor cantidad se obtiene de frutas como plátano y piña. La levadura de cerveza también es buen complemento de este nutriente.

·Retinol o vitamina A. Está presente en frutas y verduras de color amarillo-anaranjado (zanahoria, mandarina, durazno, papaya, mango, piña, jitomate, fresa y pimiento rojo), pescado, grasas lácteas (mantequilla y crema), yema de huevo e hígado.

Por cierto, la presencia de manchas blancas también se atribuye a excesivo trabajo, agotamiento, fatiga y estrés; esta creencia tiene algo de cierto, ya que la alta exigencia a que se somete al organismo cuando se trabaja bajo presión o hay muchas preocupaciones genera pérdida casi imperceptible de nutrientes y minerales, con lo que se debilitan paulatinamente las uñas.

Evite su aparición
Usted puede llevar a cabo varias medidas que le ayudarán a prevenir leuconiquia, entre ellas:

·Emplear instrumentos adecuados para la limpieza de las manos: tijeras, limas y cortaúñas deben estar limpios y en condiciones óptimas.

·No cortar la cutícula ni ejercer demasiada presión al plegarla con un palito de naranjo, ya que pueden generarse rupturas en la matriz de la uña.

·Proteger las manos con guantes cuando se pueda producir una agresión, como al realizar labores de jardinería o limpieza del hogar.

·Prefiera jabones suaves para lavarse las manos.

·Estimular la circulación de la zona a través de suave masaje.

·No exponer las uñas a largos periodos en el agua.

Evitar morderlas.
·Someterlas a manicure periódicamente para hidratar y nutrirlas. Si desconoce cómo hacerlo, recurra a centros especializados que cuenten con personal calificado e instrumental esterilizado.

·Siga una dieta equilibrada.

·Evite estados de estrés y ansiedad mediante técnicas de relajación.

·Procure no golpear objetos con las uñas o "juguetear" con ellas mientras pasa por un momento de nerviosismo o si espera a alguien.

·Finalmente, le recomendamos que si nota que a pesar de estas medidas el problema no desaparece, o si descubre manchas de otro color en sus uñas (amarillo, negro, verde o café), visite al dermatólogo para evaluar su problema y seguir el tratamiento necesario para su erradicación.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Entradas populares