08 mayo 2011

Infiltraciones en el rostro: ¿qué tipos hay?

Has oído hablar de las infiltraciones o inyecciones por todas partes, de gente que las utiliza ‘a menudo' e incluso que recurre a ellas con demasiada frecuencia. Antes de decidirte por unas infiltraciones, ¿estás segura de que son lo que más te conviene? Te contamos todo lo que necesitas saber sobre estos tratamientos para que sepas si es el momento de realizártelo.


¿Estás pensando en realizarte unas infiltraciones en el rostro? Son unos de los tratamientos de medicina estética más solicitados del momento y de los más efectivos, pero no deben tomarse a la ligera. Antes de meterte de lleno en el mundo de las agujas, deberías saber los principales tipos de sustancias inyectables que puedes inocular en tu piel.

Ácido hialurónico
Se trata de infiltraciones faciales que corrigen arrugas de todo tipo, desde las más finas hasta las más profundas. Es ideal para las patas de gallo, el entrecejo o el contorno de los labios, pero también resulta excelente para realzar los pómulos cuando se pierde el óvalo facial, o para aumentar el tamaño de los labios. En general, aporta volumen al rostro cuando se va perdiendo con el paso del tiempo. Requiere una pequeña anestesia local, basta con una sola sesión y su efecto dura de 8 a 10 meses.

Toxina botulínica o botox
Es la sustancia más de moda en la última década, su función es alisar la piel y atenuar y prevenir las arrugas. Relaja los músculos de forma temporal, y permite una gran precisión al poder inyectarse en la zona del rostro que deseemos (frente, entrecejo, contorno de la boca...). Sus efectos duran casi seis meses y no se requiere anestesia porque es un tratamiento casi indoloro. Con una sesión es suficiente.

Mesoterapia facial
Infiltraciones faciales para rejuvenecer el rostro aportando luminosidad, elasticidad y tono. Lo que se inyecta es un cóctel de ácido hialurónico y vitaminas en la dermis, y sus efectos son extremadamente naturales. Recuperamos hidratación y luz en la piel, aunque son necesarias alrededor de 4 sesiones. Sin embargo, sus efectos permanecen a largo plazo.

Relleno con grasa
En este caso, lo que se utiliza es grasa de la propia paciente, que se extrae de la zona abdominal y se trata y purifica para después aplicarla en el rostro. Su función es rellenar surcos y arrugas y rejuvenecer sin peligro de rechazo porque la grasa, al pertenecer a la misma persona, no puede ser más natural. Así, podemos remodelar el rostro y rejuvenecerlo con resultados naturales y casi inmediatos. El procedimiento no es muy doloroso y sus resultados pueden durar hasta un año, tiempo en el cual se van reabsorbiendo. Dependiendo del caso, pueden ser necesarias varias sesiones.

Rejuvenecimiento por factores de crecimiento
Una de las técnicas más utilizadas últimamente es la de factores de crecimiento o biorrevitalización, extraídos de la propia sangre de la paciente. Se extrae una pequeña cantidad de sangre, de la cual se extrae plasma rico en esos factores de crecimiento, centrifugándola. Después se infiltra de nuevo en la piel y estos factores estimulan la regeneración y la reparación cutánea, rejuveneciendo el rostro. Su efecto es muy natural y no produce alergias ni rechazos. La piel queda luminosa, con más grosor y tono, y se puede aplicar en el rostro, el cuello y el escote. Se suelen necesitar unas 2 sesiones, y los resultados se empiezan a notar como al mes de comenzar el tratamiento, aunque sus resultados permanecen a largo plazo.

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